7.-¿CÓMO PUEDEN NUESTRAS CLASES COMPETIR CON LAS HORAS QUE CONSUMEN LOS ALUMNOS DIARIAMENTE EN EL INTERNET Y EN LA TELEVISIÓN FUERA DE LAS AULAS?
No pueden competir ni tienen porqué hacerlo. Son actividades distintas que se realizan en espacios distintos, y cumplen funciones distintas. Al alumno que realmente está motivado para aprender, no le falta el tiempo ni tiene porque prescindir del acceso a Internet o televisión. El hecho que la escuela no motive al alumno no es culpa de la TV o Internet, sino de un desfase entre la formación del profesor y las expectativas de los alumnos que asisten a clases.
8.-¿CUÁL DEBE SER EL PERFIL DEL DOCENTE PERUANO? ¿QUÉ CLASE DE ALUMNOS DEBEMOS CONSEGUIR?
No soy partidario de proponer perfiles ni para profesores ni para alumnos, porque nos lleva a pensar que hay los “óptimos” y los “pésimos”, a partir del uso de algunos indicadores que no representan la manera como se desempeña la persona como conjunto en el aula. Puede haber profesores frontales que estimulan enormemente la inteligencia de los alumnos, y otros que trabajan mucho en grupo de las cuales los alumnos no sacan ningún provecho. Puede haber profesores exigentes muy estimulantes y otros más relajados muy aburridos. Etc.
En cuanto a los alumnos, pretender hacer un perfil es casi sinónimo de plantear una expectativa de tener alumnos homogéneos, que es la antítesis de la educación que respeta la diversidad en la que yo creo.