9.- ¿QUÉ NOS MUESTRA EL BAGUAZO SOBRE EL PERÚ COMO NACIÓN?
Escribí un ensayo histórico sobre el Baguazo y la nación en el Perú.
Mi argumento central es que el Baguazo ha remecido los diferentes planos de la vida pública, por un lado los escenarios políticos, por otro los individuales y colectivos. Con bastante lentitud cayó el gabinete, también han surgido proyectos, reclamos y rostros regionales fuertes que se están proyectando en el escenario electoral. En los planos individuales y colectivos el Baguazo nos ha obligado a mirarnos al espejo, reflexionar sobre el concepto de nación que nos han machacado durante once años de escolaridad, preguntarnos ¿Quiénes somos “nosotros y nosotras”? El concepto de nación es viejo y obsoleto, somos diferentes, somos un país peculiar conformado por diversas identidades, el Baguazo fue un indicador que el discurso de la diversidad ha calado en amplios sectores, como se pudo ver en la movilización de apoyo a los amazónicos.
Por otro lado, en conjunto las acciones del gobierno y las Fuerzas Armadas, algunos medios periodísticos y algunos políticos demostraron que todavía quedan rezagos de la política autoritaria, mucho más cuando se trata del otro considerado inferior.
10.- ¿QUÉ CONSEJO DARÍA A LOS JÓVENES HISTORIADORES?
He sido profesora de muchos alumnos que ya son historiadores, desde cachimbos hasta los de quinto, a todos les digo lo mismo, lo primero en esta carrera es estar seguros que queremos ser historiadores e historiadoras en un país como el nuestro donde no van a ganar mucha plata, donde el mercado laboral es reducido, las ofertas son escasas, es una carrera que exige disciplina, manejo del tiempo personal, leer e investigar exige permanecer a solas mucho tiempo, quita tiempo para los afectos y a veces los demás no lo entienden, pero es manejable. Cuando tuve que preparar el libro hablé con mi hija, le expliqué que sería un trabajo bien largo y no tendría tiempo para salir a pasear o al cine pero que terminando lo celebraríamos juntas, ella entendió, esperó pacientemente, primero miraba y preguntaba mientras escribía, después se involucró en todo el proceso y al final lo disfrutamos juntas.
Ser historiadora o historiador también tiene sus gratificaciones, el placer de leer en el archivo, intentar explicar un problema, entender las complejidades de la sociedad. Nos sitúa en un lugar privilegiado como observadores, y en sociedades bajo constante incertidumbre como la nuestra es necesario dar respuestas, proyectarse.
Lo demás relacionado a la carrera como los enfoques, la metodología, los problemas históricos, los sujetos históricos, el marco teórico, la temporalidad, entre otros, se aprende en el camino, en el momento que se plantea una investigación, generalmente la tesis –es muy importante hacerla para culminar la carrera como verdaderos investigadores- pero pienso que el punto de partida es querer ser historiador e historiadora en el Perú, con todas las limitaciones que conlleva. (Próximamente otra entrevista)
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