El Virrey Francisco de Toledo Conde de Oropeza los había convocado para que presencien la ejecución del último Inca de Vilcabamba Felipe Túpac Amaru.
El pueblo al ver a su Inca, con una soga al cuello y las manos atadas siendo escoltado por quinientos lanceros cañaris, pidió su libertad a gritos. Ante este bullicio, el Inca hizo una señal para que guarden silencio. En el tabladillo se encontraba el verdugo cañari que procedió a prepararlo para la decapitación.El Virrey Francisco de Toledo estaba dispuesto a organizar el Virreinato del Perú; y para lograrlo consideraba que debía estar pacificado,es decir, no debía existir ninguna clase de oposición.
Túpac Amaru hasta el final se mantuvo orgulloso e inclusive comunicó que no conversaría con el Virrey Toledo por ser un mayordomo de otro Inca haciendo alusión al Rey de España. El Virrey dio la orden al verdugo cañari y este lo decapitó.
El pueblo al presenciar la muerte de su Inca vio desmoronarse la esperanza de la restauración del Tahuantinsuyo; porque su muerte significó el final de la resistencia de los Incas de Vicabamba. Sin embargo, ante la imposibilidad de cambiar los hechos, surgió en el pueblo andino otra resistencia; esta vez ideológica con el mito del Inkarri que era la esperanza mesiánica del regreso del Inca. Este mito señala que la cabeza decapitada del Inca generaría un cuerpo el cual tomando vida instauraría un nuevo orden o cosmos. En el mundo andino el Inkarri representa al mundo ordenado. Este mundo ordenado se destruye con la derrota de Inkarrí ante Españarrí instaurándose el caos que acontecía al finalizar una edad andina. Cuando la cabeza del Inkarrí haya formado un nuevo cuerpo bajo la tierra y cuando Él esté completo, el mundo dará vuelta y volverán a gobernar los Incas restaurándose el orden. El mito del Inkarrí nos permite entender la concepción cíclica de la historia andina; porque el Inkarrí sería un nuevo Pachacutec, es decir, un personaje asociado a cambios trascendentales en el mundo andino que acontece cuando se inicia una nueva edad.
Hay una discusión sobre el origen del mito del Inkarrí o es con la muerte del Inca Atahualpa o con la ejecución de Túpac Amaru I. Si bien es cierto que el Inca Atahualpa murió con la pena del garrote o estrangulado, sin embargo, el pueblo andino creyó que murió decapitado porque así era la costumbre andina con respecto a los vencidos.
El mito del Inkarrí también nos muestra la influencia del cristianismo al ser propagado por los españoles. Para entender la influencia que tuvo el cristianismo en el mito del Inkarrí nos ayudará un pasaje de la Biblia que hace referencia a la Resurrección de Jesucristo:
"Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. De pronto hubo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendió del cielo y, acercándose, removió la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. De miedo de él, los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Pero el ángel dijo a las mujeres: No temáis vosotras, porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto al Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos y va delante de vosotros a Galilea, allí lo veréis. Ya os lo he dicho". Mateo 28:1-7
La Ideología Andina consideraba que el regreso del Inkarrí significaría la instauración de un nuevo orden y el restablecimiento del Tahuantinsuyo.
La Resurrección de Jesucristo significa para el cristianismo la instauración de una nueva humanidad de la que Él es el Señor, con la definitiva derrota de la muerte. Entendida la muerte como la consecuencia de tener una vida en desobediencia ante Dios.
Esta derrota fue mediante la inauguración de una vida plena y gloriosa después de su muerte en la cruz, siendo necesario que se manifestase en la resurrección.
La Salvación de Jesucristo que nos permite estar en comunión con Dios si había de ser efectiva, tenía que terminar en vida y no en muerte.
El Inkarri es un mito que nos habla de la esperanza de un pueblo que anhela tener victoria sobre sus enemigos, así como la Resurrección de Jesucristo es la esperanza para toda persona que ha entregado el control de su vida a Dios que un día también resucitará como Él para una vida eterna y abundante con Dios.
El pueblo al ver a su Inca, con una soga al cuello y las manos atadas siendo escoltado por quinientos lanceros cañaris, pidió su libertad a gritos. Ante este bullicio, el Inca hizo una señal para que guarden silencio. En el tabladillo se encontraba el verdugo cañari que procedió a prepararlo para la decapitación.El Virrey Francisco de Toledo estaba dispuesto a organizar el Virreinato del Perú; y para lograrlo consideraba que debía estar pacificado,es decir, no debía existir ninguna clase de oposición.
Túpac Amaru hasta el final se mantuvo orgulloso e inclusive comunicó que no conversaría con el Virrey Toledo por ser un mayordomo de otro Inca haciendo alusión al Rey de España. El Virrey dio la orden al verdugo cañari y este lo decapitó.
El pueblo al presenciar la muerte de su Inca vio desmoronarse la esperanza de la restauración del Tahuantinsuyo; porque su muerte significó el final de la resistencia de los Incas de Vicabamba. Sin embargo, ante la imposibilidad de cambiar los hechos, surgió en el pueblo andino otra resistencia; esta vez ideológica con el mito del Inkarri que era la esperanza mesiánica del regreso del Inca. Este mito señala que la cabeza decapitada del Inca generaría un cuerpo el cual tomando vida instauraría un nuevo orden o cosmos. En el mundo andino el Inkarri representa al mundo ordenado. Este mundo ordenado se destruye con la derrota de Inkarrí ante Españarrí instaurándose el caos que acontecía al finalizar una edad andina. Cuando la cabeza del Inkarrí haya formado un nuevo cuerpo bajo la tierra y cuando Él esté completo, el mundo dará vuelta y volverán a gobernar los Incas restaurándose el orden. El mito del Inkarrí nos permite entender la concepción cíclica de la historia andina; porque el Inkarrí sería un nuevo Pachacutec, es decir, un personaje asociado a cambios trascendentales en el mundo andino que acontece cuando se inicia una nueva edad.
Hay una discusión sobre el origen del mito del Inkarrí o es con la muerte del Inca Atahualpa o con la ejecución de Túpac Amaru I. Si bien es cierto que el Inca Atahualpa murió con la pena del garrote o estrangulado, sin embargo, el pueblo andino creyó que murió decapitado porque así era la costumbre andina con respecto a los vencidos.
El mito del Inkarrí también nos muestra la influencia del cristianismo al ser propagado por los españoles. Para entender la influencia que tuvo el cristianismo en el mito del Inkarrí nos ayudará un pasaje de la Biblia que hace referencia a la Resurrección de Jesucristo:
"Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. De pronto hubo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendió del cielo y, acercándose, removió la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. De miedo de él, los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Pero el ángel dijo a las mujeres: No temáis vosotras, porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto al Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos y va delante de vosotros a Galilea, allí lo veréis. Ya os lo he dicho". Mateo 28:1-7
La Ideología Andina consideraba que el regreso del Inkarrí significaría la instauración de un nuevo orden y el restablecimiento del Tahuantinsuyo.
La Resurrección de Jesucristo significa para el cristianismo la instauración de una nueva humanidad de la que Él es el Señor, con la definitiva derrota de la muerte. Entendida la muerte como la consecuencia de tener una vida en desobediencia ante Dios.
Esta derrota fue mediante la inauguración de una vida plena y gloriosa después de su muerte en la cruz, siendo necesario que se manifestase en la resurrección.
La Salvación de Jesucristo que nos permite estar en comunión con Dios si había de ser efectiva, tenía que terminar en vida y no en muerte.
El Inkarri es un mito que nos habla de la esperanza de un pueblo que anhela tener victoria sobre sus enemigos, así como la Resurrección de Jesucristo es la esperanza para toda persona que ha entregado el control de su vida a Dios que un día también resucitará como Él para una vida eterna y abundante con Dios.
1 comentario:
Quisiera saber alguna fuente bibliografica, que me permita saber Cómo esta presente el mito de inkarri en la mentalidad de los cusqueños en los ultimos veinte años ?
Nivsta_pn21@hotmail.com
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