Era el año de 1466, en el Cusco, cuando el Inca Pachacutec manifestó su preocupación porque había recibido informes del Tucuy Ricoc o supervisor, acerca de desastres naturales ocurridos en la región del Contisuyo. La erupción del volcán Sabancaya habia afectado seriamente los cultivos y la ganadería, por lo tanto peligraba el abastecimiento en las llactas que eran los centros administrativos. El Sapa Inca, ante estos sucesos, inmediatamente, convoco a la Capacocha, ceremonia de sacrificios humanos en honor a los Apus o montañas que eran consideradas dioses.
En la Capacocha, los niños escogidos como ofrendas debían morir por todo el pueblo porque consideraban que en la niñez se encontraban la pureza y la inocencia de la vida, lo cual calmaba la ira de los Apus y así no ocasionaban desastres naturales.
El Inca ordenó a los jefes de los cuatro suyos (regiones) o Apocuna enviar al Cusco niños para la Capacocha. Estos llegaron al Cusco con presentes desde sus lugares de origen como: tejidos, objetos de orfebrería de oro y plata, conchas y otras ofrendas. Una vez en el Cusco fueron recibidos por el Inca, los niños debían de dar dos vueltas a la plaza del Cusco, conocida con el nombre de Aucaypata, donde se encontraba los ídolos del Inti (el Sol), la Quilla (la Luna) y la Illapa (el Rayo). Después de esto se seleccionó de todo el grupo a los niños para la Capacocha. De regreso a sus regiones los niños fueron sacrificados y enterrados. Para la ofrenda principal de esta Capacocha se escogió a una pasña o niña de 14 años quien iba a ser sacrificada en el Nevado de Ampato para calmar la ira de los Apus.
Esta pasña fue preparada desde muy tierna edad para un sacrificio redentor a favor de su pueblo. Fue vestida con ropa muy fina y con ofrendas que la Mamapacha (Madre Tierra) brinda como animales en representación de los mismos y de la Mamacocha (Madre Agua) esta vez representada en conchas de spondylus y trabajos finamente elaborados. Estaba cubierta por una lliclla o manta de colores rojo y blanco. Ella asumió la mayor responsabilidad al ser la mensajera al gran Apu, sin escatimar los padecimientos que este sacrificio implicaría. Fue llevada en una procesión que partió del Cusco hacia el nevado de Ampato acompañada de otros niños que fueron sacrificados a medida que llegaban a la cima del Ampato.
El Cronista José de Acosta afirmó que los Aztecas sacrificaron a sus enemigos prisioneros de guerra mientras que los Incas sacrificaron a los naturales de su Imperio. El Padre Acosta además sostuvo que los Incas sacrificaron más niños que los Aztecas.
El sacrificio principal fue realizado en la cumbre del Ampato a 6380 metros sobre el nivel del mar donde los Incas construyeron una plataforma. Para los Incas no representó problema la ascención a las montañas y permanecían en ellas el tiempo necesario para los rituales. Encontrándose en la cumbre, se procedió a sacrificarla. Previamente, esta pasña había sido sometida a un ayuno riguroso y el último día tomo sus alimentos solo de vegetales. Fue sedada con chicha añeja y acomodada por dos sacerdotes para recibir un certero golpe con una macana o garrote hacia el parietal derecho que le produjo una fisura o fractura. Asimismo una de las puntas de la macana penetro en la orbita ocular ocasionando su derrame. El traumatismo cráneo encefálico, producido por el golpe desplazo el cerebro hacia el lado opuesto, le ocasiono la muerte instantánea. Junto a ella fueron enterradas ofrendas de metal, spondylus envueltas en finos textiles de alpaca y vicuña, algunas chuspas o bolsitas ceremoniales con coca, cerámica y otros elementos para su largo viaje. Así esta pasña murió por todos los Incas.
A lo largo de la Historia muchos pueblos han creído en un redentor que salvaría a todos, como los Judíos. Nos estamos refiriendo a su Mesías o Salvador. En un pasaje de la Biblia encontramos:
"Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se aparto por su camino, mas Jehová cargo en Él el pecado de todos nosotros. Angustiado Él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció y no abrió su boca". Isaias 53:4-7
Esta pasña fue la victima inocente que murió para reconciliar al pueblo con los Apus asi como Jesucristo fue la victima inocente que murio para reconciliar al hombre con Dios que se encontraba alejado de Él.
El Sacrificio de esta pasña se dió a conocer cuando su cadáver fue descubierto en 1995 por el antropólogo estadounidense Johan Reinhard y el arqueólogo peruano Jose Antonio Chávez en el nevado de Ampato llamándosele Juanita en honor al antropólogo que la localizó. El Sacrificio de Jesucristo en la cruz se da a conocer a millones de personas para que encuentren un propósito en sus vidas al estar en paz con Dios cuando son perdonadas todas nuestras faltas que nos alejan de El. La comunión con Dios se obtiene al creer y recibir la salvacion que Jesucristo obtuvo al morir en la cruz por todos nosotros.
En la Capacocha, los niños escogidos como ofrendas debían morir por todo el pueblo porque consideraban que en la niñez se encontraban la pureza y la inocencia de la vida, lo cual calmaba la ira de los Apus y así no ocasionaban desastres naturales.
El Inca ordenó a los jefes de los cuatro suyos (regiones) o Apocuna enviar al Cusco niños para la Capacocha. Estos llegaron al Cusco con presentes desde sus lugares de origen como: tejidos, objetos de orfebrería de oro y plata, conchas y otras ofrendas. Una vez en el Cusco fueron recibidos por el Inca, los niños debían de dar dos vueltas a la plaza del Cusco, conocida con el nombre de Aucaypata, donde se encontraba los ídolos del Inti (el Sol), la Quilla (la Luna) y la Illapa (el Rayo). Después de esto se seleccionó de todo el grupo a los niños para la Capacocha. De regreso a sus regiones los niños fueron sacrificados y enterrados. Para la ofrenda principal de esta Capacocha se escogió a una pasña o niña de 14 años quien iba a ser sacrificada en el Nevado de Ampato para calmar la ira de los Apus.
Esta pasña fue preparada desde muy tierna edad para un sacrificio redentor a favor de su pueblo. Fue vestida con ropa muy fina y con ofrendas que la Mamapacha (Madre Tierra) brinda como animales en representación de los mismos y de la Mamacocha (Madre Agua) esta vez representada en conchas de spondylus y trabajos finamente elaborados. Estaba cubierta por una lliclla o manta de colores rojo y blanco. Ella asumió la mayor responsabilidad al ser la mensajera al gran Apu, sin escatimar los padecimientos que este sacrificio implicaría. Fue llevada en una procesión que partió del Cusco hacia el nevado de Ampato acompañada de otros niños que fueron sacrificados a medida que llegaban a la cima del Ampato.
El Cronista José de Acosta afirmó que los Aztecas sacrificaron a sus enemigos prisioneros de guerra mientras que los Incas sacrificaron a los naturales de su Imperio. El Padre Acosta además sostuvo que los Incas sacrificaron más niños que los Aztecas.
El sacrificio principal fue realizado en la cumbre del Ampato a 6380 metros sobre el nivel del mar donde los Incas construyeron una plataforma. Para los Incas no representó problema la ascención a las montañas y permanecían en ellas el tiempo necesario para los rituales. Encontrándose en la cumbre, se procedió a sacrificarla. Previamente, esta pasña había sido sometida a un ayuno riguroso y el último día tomo sus alimentos solo de vegetales. Fue sedada con chicha añeja y acomodada por dos sacerdotes para recibir un certero golpe con una macana o garrote hacia el parietal derecho que le produjo una fisura o fractura. Asimismo una de las puntas de la macana penetro en la orbita ocular ocasionando su derrame. El traumatismo cráneo encefálico, producido por el golpe desplazo el cerebro hacia el lado opuesto, le ocasiono la muerte instantánea. Junto a ella fueron enterradas ofrendas de metal, spondylus envueltas en finos textiles de alpaca y vicuña, algunas chuspas o bolsitas ceremoniales con coca, cerámica y otros elementos para su largo viaje. Así esta pasña murió por todos los Incas.
A lo largo de la Historia muchos pueblos han creído en un redentor que salvaría a todos, como los Judíos. Nos estamos refiriendo a su Mesías o Salvador. En un pasaje de la Biblia encontramos:
"Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se aparto por su camino, mas Jehová cargo en Él el pecado de todos nosotros. Angustiado Él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció y no abrió su boca". Isaias 53:4-7
Esta pasña fue la victima inocente que murió para reconciliar al pueblo con los Apus asi como Jesucristo fue la victima inocente que murio para reconciliar al hombre con Dios que se encontraba alejado de Él.
El Sacrificio de esta pasña se dió a conocer cuando su cadáver fue descubierto en 1995 por el antropólogo estadounidense Johan Reinhard y el arqueólogo peruano Jose Antonio Chávez en el nevado de Ampato llamándosele Juanita en honor al antropólogo que la localizó. El Sacrificio de Jesucristo en la cruz se da a conocer a millones de personas para que encuentren un propósito en sus vidas al estar en paz con Dios cuando son perdonadas todas nuestras faltas que nos alejan de El. La comunión con Dios se obtiene al creer y recibir la salvacion que Jesucristo obtuvo al morir en la cruz por todos nosotros.
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